Por trás de cada dificultad emocional o mental,
existe una creencia limitante.
Ésta es una mirada muy importante sobre las causas de nuestro sufrimiento, de nuestros patrones autodestructivos, e incluso de nuestras enfermedades. Deseamos mejorar éstas creencias limitantes y volverlas más saludables, más alineadas con la verdad de nuestro ser auténtico. Todavía, el camino para esta transformación interior profunda debe de ser un camino delicado, amoroso, cuidado y compasivo.
El enfoque centrado en la persona, así como la terapia Gestalt y otros abordajes psicoterapéuticos, nacen de la psicología humanista. Se basan en la noción de que la naturaleza de todo ser humano es el autorrealización. Como una semilla, que lleva dentro suyo todo el potencial de hacerse planta, el individuo lleva dentro de sí el potencial de hacerse humano.
Mi humanidad es mi naturaleza que, como una semilla, no puede florecer sin los medios adecuados. Necesito tierra, agua y luz. Necesito empatía, aceptación incondicional y autenticidad. Necesito al mundo, necesito al otro. En este terreno se dá la relación de ayuda entre terapeuta y paciente, en este crecimiento mutuo.
"La curiosa paradoja es que cuando me acepto
tal como soy, entonces puedo cambiar."
Carl Rogers